Cueva de Postojna
Esculpida por el río Pivka a lo largo de millones de años, la cueva de Postojna es una maravilla natural única situada en la región kárstica de Eslovenia. Este impresionante espectáculo subterráneo es famoso por sus increíblemente bellas estalagmitas y estalactitas, así como por otras formaciones, como cortinas o paños. La cueva de Postojna fue esculpida por el río Pivka a lo largo de millones de años. son estalagmitas, estalactitas y formaciones denominadas cortinas o cortinajes que parecen cortinas dobladas.
Aunque la cueva fue descrita por primera vez en el siglo XVII por el pionero de la karstología, Johann Weikhard von Valvasor, los grafitos encontrados en su interior datan de 1213, lo que indica que los primeros exploradores accedieron a ella mucho antes.
La cueva de Postojna es una de las cuevas más antiguas del mundo. Se convirtió oficialmente en destino turístico en 1819, cuando la visitó el archiduque Fernando. Desde entonces, más de 39 millones de personas se han aventurado en su interior. El primer ferrocarril subterráneo del mundo se construyó aquí en 1872 y sigue siendo el principal medio de transporte para los visitantes. El alumbrado eléctrico se instaló en la cueva en 1884, precediendo a Liubliana. Esto indica la importancia que tenía la cueva de Postojna ya entonces.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas de ocupación alemanas almacenaron 1.000 barriles de combustible para aviones en la cueva, que fueron destruidos en 1944 por los combatientes por la libertad de los partisanos. El fuego ardió durante siete días, destruyendo gran parte de la cueva. Afortunadamente, desde entonces ha recuperado la mayor parte de su brillante gloria.
Al entrar en la cueva, se sube a un trenecito que se adentra 3,7 km en el subsuelo. A continuación, se exploran los milagros de la cueva a pie. La visita completa a la cueva dura unos 90 minutos. Además de sus increíbles formaciones, la cueva de Postojna también alberga una especie llamada proteus u olm, una criatura autóctona conocida como el pez humano y apodada cariñosamente el "bebé dragón". Sí, en sus profundidades viven pequeños dragones. Se les considera el mayor animal que habita en las cuevas y que puede pasar hasta 10 años sin comer.
La temperatura en el interior de la cueva es constante durante todo el año (10 °C), por lo que se recomienda llevar ropa de abrigo. Los guías profesionales comparten sus amplios conocimientos sobre la cueva en esloveno, italiano, inglés o alemán, y hay audioguías disponibles en 17 idiomas. Las visitas son aptas para todo el mundo, incluidas las familias con niños pequeños. ¡Entre y asómbrese!