Traslado de Liubliana al lago Bled

Conocer la capital de Eslovenia, Liubliana, es una experiencia maravillosa muy recomendada por locales y extranjeros. Ljubljana, una de las capitales más pequeñas de Europa, logra el equilibrio justo entre una ciudad moderna y vibrante y un pintoresco pueblo subalpino. El casco antiguo está adornado con arquitectura barroca y art nouveau, incluyendo las impresionantes creaciones del internacionalmente aclamado arquitecto Jože Plečnik, que embelleció esta joya subalpina con el fascinante Puente Triple, un mercado cubierto junto al río e incluso pirámides. El lugar está impregnado de cultura y es perfecto para asistir a eventos en vivo, comer en mercados abiertos, dar paseos en barco por el río, y la lista continúa. Espera, hablando de barcos.
¿Ha querido alguna vez subir a un barco en medio de un lago glacial de cuento de hadas en el abrazo de los Alpes Julianos? Claro que sí. Uno de esos lagos se encuentra a sólo 45 minutos de Liubliana. Deberíamos decir que es el único: el lago Bled. Situado en el límite del Parque Nacional de Triglav, la ciudad de Bled y su idílico lago aparecen en millones de postales. El lugar es sinónimo de la belleza natural de Eslovenia. Rodeado de majestuosos picos y frondosos bosques, el lago Bled es una auténtica maravilla mundial. Dominando el lago sobre un enorme acantilado se encuentra el Castillo de Bled, de 1000 años de antigüedad, el más antiguo de Eslovenia. En medio del lago hay una isla con una bonita iglesia, cuya historia es larga y está rodeada de leyendas. El barco tipo góndola llamado pletna le llevará de ida y vuelta, y la visita a Bled no debería pasar sin probar su deliciosa especialidad local llamada kremišnita. Una vez que haya probado el pastel y Bled, es probable que sienta el deseo de explorar el resto de las montañas de Eslovenia, así que prepárese para volver pronto.

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