Lo mejor de Ljubljana es que está muy cerca de prácticamente todo el país. Aprovecharemos la pequeñez geográfica de Eslovenia y escaparemos de la ciudad para tomar unas cuantas fotos panorámicas impresionantes de los Alpes Julianos en el paso de montaña Vršič. Las vistas perfectas continuarán en toda su gloria mientras bajamos a las fabulosas extensiones del Valle de Trenta. Increíbles operaciones fotográficas en cada paso.
Nuestro viaje nos llevará entonces a lo profundo de otro impresionante valle que el tiempo olvidó. Serpenteando a través de las montañas y colinas, serás testigo de la magia que es el río Soča, apropiadamente apodado la Reina Esmeralda. La naturaleza es un arquitecto magistral, y esta parte de Eslovenia es realmente el epítome de su trabajo. Una multitud de colores, contrastes y majestuosos telones de fondo presentan oportunidades excepcionales para una fotografía exquisita.
Siguiendo el río hasta la sublimemente bella naturaleza del Valle de Lepena y el magnífico desfiladero Soča, podrá ser testigo de las diversas formas y formaciones de este increíble fenómeno de cerca y personalmente, probando una lista de técnicas de fotografía de paisajes. Para la cereza de la cima, llegamos gradualmente a la cascada de Boka, en el centro deportivo de Bovec, y le dejamos que se aleje hasta que su corazón esté contento.
Para terminar nuestra aventura con estilo absoluto, nos aventuraremos a Goriška Brda, también conocida como la Toscana eslovena. Nos maravillaremos con los alrededores de memorización desde un idílico mirador donde disfrutaremos de una sabrosa cena y reevaluaremos nuestros logros fotográficos del día antes de regresar a Ljubljana en las últimas horas de la víspera.
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